Taller de verificación en el CUP

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En el marco de una actividad motorizada por la Red Latinoamericana de Formadores en Fact Checking, estudiantes de primer año de Periodismo participaron de un taller sobre desinformación en el CUP. Se repasaron los criterios, técnicas y herramientas propias del chequeo de contenidos falsos que resultan útiles a un periodismo que hace frente al fenómeno creciente de la desinformación.
Las jornadas se desarrollaron con mucho interés e intervenciones críticas de quienes participaron. Los grupos lograron reflexionar sobre la complejidad del mundo digital y los desafíos que involucra para el ejercicio responsable de la profesión, cuya importancia es directamente proporcional al desarrollo de una ciudadanía activa en sociedades democráticas.
Los talleres fueron coordinados por tres docentes de las cátedras de Narrativas y Redacción y del Taller de Producción: Alicia Gardella, Florencia Haddad y Danilo Tonti; quienes explicaron los momentos clave que componen el método de verificación de la información. En primer lugar, señalaron que el punto de partida es identificar contenidos sospechosos que cumplan la condición de ser factuales: esto significa que deben referir a hechos.
En un segundo momento, invitaron a ponderar los daños que pueden estar en juego, es decir, qué valores se comprometen si un contenido falso continúa siendo difundido. ¿Se pone en riesgo la vida, la salud o la democracia?
Además, para iniciar un proceso de chequeo, se evalúa ante todo que el contenido haya sido viral (si su circulación exponencial ha ocurrido por diversas redes y plataformas). Los fenómenos de viralización son impulsados en ocasiones como una forma inconsciente de interactuar; independientemente de que avalemos el contenido o no, porque contienen un núcleo de verosimilitud.
A partir de aquí comienza a operar la necesidad de agudizar la observación del documento en cuestión, con una buena dosis de escepticismo y mucha atención. Las y los estudiantes completaron ejercicios en los que se apeló al olfato periodístico que es capaz de descubrir lo que no encaja. En la revisión de ciertos documentos, este nivel de observación fue suficiente para descubrir datos tergiversados o descontextualizados que desinforman, amparados en los sesgos cognitivos que los seres humanos tenemos. La sinergia negativa entre la aceleración de la vida, los sesgos y la abundancia informativa enciende una alerta sobre el impulso a la circulación de contenidos sin criterio o en ocasiones con mala intención.
En el taller quedó de manifiesto que en ciertos casos, la opacidad del contenido es tal, que es preciso acudir a las fuentes involucradas, oficiales y expertas; así como a herramientas de verificación de acuerdo al formato del documento. Un ejercicio realizado con una foto que había sido manipulada permitió a las y los estudiantes encontrar la publicación original a partir de la búsqueda inversa y clasificar esa publicación como falsa.
El paso final vinculado a la clasificación de la información, es de suma importancia para evitar que ese contenido sea empleado en un futuro. Por esa razón, hacia el cierre de la jornada, quienes participaron hicieron un análisis de la estructura de las notas que resultan del chequeo de la información.
Esta perspectiva sobre el chequeo de información se emparenta directamente con los pilares en la enseñanza de la metodología del periodismo en el CUP presentes en el Periodismo Idea: el desarrollo del pensamiento crítico es una competencia prioritaria que marca el perfil de los estudiantes que se forman en nuestra institución.
Pasos para el chequeo de contenidos desinformantes:
- Identificar el contenido sospechoso sobre un hecho factual.
- Ponderar su relevancia por la viralización y los valores que afecta.
- Buscar el contenido original.
- Consultar a las fuentes involucradas, oficiales y expertas.
- Contextualizar y explicar la viralización y la desinformación.
- Calificar el contenido como falso, verdadero, engañoso o insostenible.